Derrota…
06 de abril de 2009
lunes santo
Hoy al despertar… o más bien de camino al ‘trabajo’ el peso aplastante de la derrota más profunda me golpeó. Como duele recordar los tiempos que fueron mejores y que ya se han ido para nunca más volver. La derrota en el estudio… en las amistades… en la iglesia. No sé de donde proviene este sentimiento que me domina en este momento pero sí sé que es poderoso y derrotador…. aunque no tenga sentido…
Me hacen falta los años que se fueron, extraño ir a la iglesia desde las 7 de la mañana del lunes santo a ayudarle a P. con todas las cosas que había que hacer. Luego de haber ido el sábado a partir la palma toda la tarde. El martes con las confesiones, el miércoles, todas las cosas que había que pulir, antes solamente con limón y ajax. No quedaban tan brillantes pero sí quedaban limpios y olían mejor que con el brasso. Luego el jueves, sin misa en la mañana más que en la catedral, había que quemar los oleos viejos y limpiar los vasos para los nuevos. Luego en la noche la misa de la recepción de los óleos nuevos, con procesión y muy solemne y toda la cosa. Luego el monumento. Ah el monumento que un par de veces le ayudé a hacer a P. antes de que Pipo no dejara que lo hiciera más que Hernán [como probablemente este año, a pesar de que el año pasado nos prometió a D. y a mi que nos iba a dejar hacerlo esta vez]. Pero bueno, recuerdo el cohete y la nube…. por ahí deben andar esas fotos, debería buscarlas un día de estos…
Luego después de la misa pasar el Santísimo al monumento [con las velitas acomodadas y encendidas] y pedir pizza, el último año P. ya no podía comer y A. se descompuso en la banca…. estaba alapar mía y no me di cuenta hasta que ya se lo estaban llevando. Cerrar como a las 10 y luego el viernes de ayuno, con la iglesia abierta todo el día y el altar desnudo. A las 4 la Acción litúrgica, los cambios de velos y luego todo el mundo a la casa temprano. No hay carros en las calles y la extraña sensación que se siente al cerrar la iglesia cuando aun hay sol. Luego la misa grande del sábado, luces, cirio, grito [Lumen Cristi], agua, lecturas, candelas, quemadas, incensaciones, muy bonito, felicidades a todo el mundo a comer a algún lugar decente… Domingo, no hay misa de 8, sí de 9 ½ todo vuelve a la normalidad… como si nada hubiera pasado.
.he.
HE 
Yo también extraño cosas del pasado… pero ni modo, las cosas han pasado de la forma en que lo han hecho por una razón, espero. Y como dice John Frusciante «all the good times are on their way».
Recordar todo lo que se vivió, sabiendo que la felicidad que produce esos recuerdos supera a la melancolía, es lo mejor que uno pude hacer, me parece a mí.